
Desde el primer día, desde Abril, cuando el presidente Passarella decidió prescindir de un técnico querido por los riverplatenses como Leo Astrada, para llamar a Angel Cappa, sabia el y todos que lo único que iba a exigir a cambio el ex DT de Huracan era tiempo de trabajo. Sus discursos eran siempre claros, y aunque muchas veces no se veían reflejados en el terreno de juego, advertía que a la larga iba a encontrar el equipo, y su idea iba a prevalecer. Como le pasa a los grandes equipo de hoy. No se hacen en 5 meses, lleva tiempo. Pero River no tiene tiempo, o por lo menos así lo piensa la dirigencia, por eso el "proyecto Cappa" era imposible desde el primer momento. Una vez que se elige un técnico hay que entender su filosofía, y no pedirle cosas que nunca va a hacer. Esta dirigencia parece que no la entendió.
Passarella no le dio ni a Astrada ni a Cappa, el tiempo que si le dio a el Aguilar cuando creyó en su proyecto y lo banco 2 años. Es llamativo viendo su forma de proceder como presidente, que no haya renunciado como entrenador en su momento, cuando el equipo en 2007 fracaso en la Copa Libertadores.
La idea de Cappa podía o no gustar, pero de la noche a la mañana iba a ser difícil verla funcionar, tal vez muchos dirigentes así lo pensaban.
Solo disputo 13 de un camino de 38 fechas, y con buenos y malos rendimientos, el equipo iba encontrando un rumbo. Pero ya no, a falta de solo 7 días para el partido mas determinante del torneo, del partido que puede terminar de noquear a River, o el que puede revitalizar al equipo, nos quedamos sin rumbo futbolistico. Tenemos que empezar de cero otra vez, y ahora si hay menos tiempo todavía. El futuro es una incógnita, pero si se sigue este camino, nos va a tener sufrientes a todos los millonarios.
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