
Hasta que en el segundo tiempo aparecio toda la tecnica de la figura de la cancha Walter Acevedo, siendo acompañado brillantemente por Erik Lamela. Empezaron a hacer algo que parece muy sencillo: pasársela entre ellos, pero algo que River venia obviando. Los espacios florecieron y el millo encontró el primer gol tras una presiosa comvinacion entre ellos mas el toque breve pero vital de Pavone para dejar solo a Lamela y para que el diez defina con toda su clase. Luego el equipo siguió tocando, y ante la salida de Huracan encontro de contra el segundo gol. Otro párrafo aparte para el pase de Pavone, y cabezazo de Paulo Ferrari.
Después de un primer tiempo tan flojo era difícil imaginar lo que se vio en el segundo, el partido cambio radicalmente, y el local mostró su mejor cara. Con nada mas que pases se hizo del partido, y sacando algún remate de Quiroga desde lejos Huracán no tuvo chances. Acevedo se convirtió en el duelo de la pelota en el medio y Lamela (mas retrasado) lo esperaba para desequilibrar. Así River se dio cuenta a tiempo, y volvió a jugar. El entrenador tendrá que lograr que esa idea se plasme desde el minuto 1.
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