
Fue un buen inicio de partido con un Racing metido y peligroso (en especial con Hauche por derecha) y un River que de contra y, a través, de un Lamela muy preciso también generaba. La única emoción del encuentro llegaría a los 34'. Lamela agarra la pelota en la mitad, tras una salida del fondo de Adalberto Roman, y empieza a gambetear jugadores de Racing hasta el área chica donde Matias Cahais le comete falta y el arbitro marca el penal. Antes también "el Coco" había mostrado su clase habilitando a Funes Mori, pero el palo le dijo que no al delantero. Pavone cambió por gol la gran jugada del zurdo y 1 a 0. Rápidamente Teo Gutierrez tuvo el empate pero, apareció Carrizo sin dar rebote para ahogarle el grito. Antes del final de los primeros 45 minutos, el uruguayo Diaz se distrae protestando con el linea, y llega tarde al cruce de Hauche, cometiendo falta y ganándose la segunda amarilla.
El complemento fue otro partido. El local con el monopolio de la pelota y el millo esperando. Jota Jota dejo en cancha a Funes Mori buscando velocidad aunque el mendocino no pudo sacar ninguna contra. Racing fue y fue y, siempre, se encontró con Carrizo. Cada centro, que era el arma mas fuerte de "la Academia", fue descolgado por el arquero y, cuando pudo llegar por abajo, el dueño del arco del millo le saco el gol al colombiano Gutierrez.
El final fue puro sufrimiento. Más por los miedos de River que por la actitud de Racing. Pezzota marco el epilogo, y el millo se llevo tres puntos vitales. De esos que te determinan el futuro. River piensa en el campeonato, por lo menos esta semana, habrá que ver los demás resultados, pero hoy la tabla de abajo ni se mira.
Jugando como en el primer tiempo se puede. Habrá que dejar atrás las inseguridades y los miedos lógicos y, convencerse, de que este equipo puede en esta mediocridad del fútbol argentino.
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