El presidente de River, Daniel Passarella se presentó, anoche, en la cede de la AFA de la calle Viamonte, a la reunión de comité ejecutivo con el objetivo de mostrar su desencanto con las actuaciones de los árbitros, luego de la performance de Patricio Loustau en el clásico. Dirigentes que estuvieron en la reunión dieron cuenta del enojo que tenia el ex jugador y que hasta le habría pedido la renuncia al presidente de la AFA, Julio Grondona. La realidad es que el árbitro del último domingo Loustau, se equivoco en contra de River al no cobrar un penal de Juan Insarrualde sobre Gabriel Funes en el primer tiempo. Al parecer, esta situación, sumando a algunas polémicas en partidos anteriores, hizo estallar al Presidente del millo que decidió acudir a la reunión de la mesa directiva de los martes, por primera vez en dos semanas sin representación de River, y quejarse abiertamente de los malos arbitrajes.
Las quejas de Passarella se dan en el marco de una serie de denuncias de sobornos en el fútbol por parte de ex árbitros y, casualmente, de la promoción de una ley del fútbol que apoyan grupos empresarios con poder mediático y que quiere desprestigiar al Presidente de la AFA.
Lo que esta claro, es que el enojo del ex DT es real y que parece una reacción de un hincha mas que la de un dirigente. Lo que es más claro todavía, son los personajes que quieren poner un manto de sospechas en el fútbol sin pruebas y con la intención de beneficiar a los grupos económicos que quieren quedarse con la AFA.
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