
La primera mala llegó a los 20' cuando el arbitro Patricio Loustau no vio un claro penal sobre Funes de Insarrualde, ya amonestado. Lo que hubiese cambiado el encuentro. La segunda fue la lesión de Jonathan Maidana, quien había llegado con lo justo a la Boca y tuvo que abandonar el campo para la entrada de Leandro Gonzalez Pires y así gastar un cambio rápidamente.
Como si fuera poco, el que parecía nunca equivocarse se equivoca. Juan Pablo Carrizo regaló el primer gol de Boca, y ayudó a Martin Palermo para que convierta el segundo. A partir de esa ráfaga de tres minutos, dos goles, River cayó en lo anímico y fueron pocas las reacciones.
Cuando pudo atinar a levantarse, apareció Cristian Luchetti para tapar tres chances claras en los primeros 15' del complemento. River no encontraría el gol.
En lo que viene también deja huellas este clásico. Matias Almeyda se fue expulsado y, por haber hecho gestos a la tribuna de Boca, podría caerle una suspensión mayor a una fecha.
Ahora, casi sin chances de campeonato, el equipo de Jota Jota se las verá difícil en un mini-torneo de cinco equipos con Arsenal, Independiente, Tigre y Olimpo para determinar quien ocupara la segunda plaza de promoción. Lo ultimo que debe hacer este equipo es caerse. Los hinchas y todo el club lo debe entender así, para sacarse de encima estos cinco partidos y acabar con este sufrimiento.
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