
Queda sólo un partido y con éste la salvación. River debe pensar en fútbol. Así fue toda la vida, y bien le ha ido. Es más que Belgrano. Tranquilamente lo puede superar por dos o mas goles. Pero se lo tiene que creer. La pasividad y el miedo, entendible, con el que salieron a jugar el pasado miércoles derrotan a cualquier equipo. El entrenador bajo ese mensaje y los futbolistas le creyeron. Jugaron con miedo. Tal vez ahora si, casi que perdido por perdido, se suelten y se acuerden de la pelota.
Los hinchas no deben jugar en contra. El que vaya a insultar, cuando a los 15 minutos estén cero a cero, que no vaya. Lo ultimo que necesitan estos jugadores es mas presión y mas miedo. El hincha común va. Alienta. Llora si la cosa sale mal y se va a su casa. Hay que tener en claro que River no desaparece si no gana el domingo. Seguirá jugando y nunca morirá. La pasión es demasiado grande para que muera.
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