martes, 27 de septiembre de 2011

DE MURMULLOS A APLAUSOS

La actuación de Gabriel Funes Mori del sábado ante Gimnasia fue de menor a mayor y logró cambiar los silbidos y murmullos de la gente de River por un cálido aplauso al ser sustituido. Iban tres minutos cuando erró a dos metros del arco el primero y luego mas tarde en la primera etapa tardó mucho en definir ante el arquero del Loboy desperdició otra chance. Los murmullos crecían y una segunda etapa igual sería intolerable. Por eso fue tan importante ese gol que fue todo suyo con un zurdazo tremendo, a penas empezado el complemento. Le dio la confianza necesaria para jugar a su máximo nivel y completar un partido muy bueno.   
La historia del delantero mendocino no es una cualquiera ya que desde muy joven se le cargo de presiones. La nueve en la espalda, los elogios desmedidos de sus compañeros y los pases frustados a Europa fueron demasiado para el Melli. Con el pasar de los partidos fue fallando más oportunidades de gol y nunca se pudo consolidar a pesar de sus buenas condiciones técnicas. Es que Funes Mori juega con la ansiedad y el apuro con el que arrancó su carrera, influyendo directamente en su juego. Todo este cruel contexto llevo a que los propios hinchas de River silben al escucharse su apellido en el estadio. La gente reaccionó de esa manera ante un pibe que simplemente no podía hacer lo que sabe: hacer goles. Y lo único que lograba esos murmullos y silbidos era que Funes Mori se ponga más nervioso a la hora de definir. Seguramente fue clave para el delantero el gol que anotó, después de un año de sequía, a Defensa y Justicia en un partido jugado sin público. Ahora tiene el desafío de hacer dudar a Matías Almeyda y obligarlo a cambiar el esquema para introducirlo en el once con Cavenaghi arriba. Sí el DT no cambia Funes Mori será un suplente con gol y también con aplausos, lo cual para el pibe es un voto más de confianza en su juego. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario