Uno de los primeros cambios desde el arribo de Matias Almeyda como DT es la prolijidad que intenta el equipo a la hora de trasladar la pelota y de salir del fondo. Es obvio que con apenas cinco partidos esa intención no sea perfecta pero no deja de tener sus detractores.
"Seguramente vamos a tener errores, pero queremos jugar como tiene que jugar River", textuales palabras del entrenador en conferencia de prensa que muestran el camino que tiene que recorrer el equipo para lograr esa fluidez con la pelota. Lo mas fácil (y lo mas visto) es tirarla por los aires a dividir. Este River no intenta eso. Se atreve a arriesgar desde atrás
La mayor deficiencia, hasta ahora, se da entre la mitad y los delanteros. Al millo le falta movilidad para crear mas chances aunque, por momentos le sale y varios de los goles en este torneo fueron de jugadas elaboradas. Otro punto flojo es la salida desde el fondo. Se intenta demasiado atrás. Los volantes tienen que bajar para recibir la pelota y eso retrasa a todo el equipo.
La idea es buena y hay que seguir trabajándola. El millo tiene jugadores para jugar por abajo y su técnico lo entiende así para que sea una premisa del nuevo River.
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